Bien advierto, tasador de mi valía,
cómo sabes admirar que con los años
mi valor de uso y cambio es muy poco,
pues los golpes me han torcido y deformado.En mi caso, a fuerza de doblarme,
alternar entre fraguas y herrumbrados
soy apenas chatarra que se pierde
tirada al abandono en pleno prado.Ya ni vibro presto, ni refuljo:
me deshago de grietas y quebrados.
Pero sé que si el acero base es bueno
puede ser corregido y repujado.Hay que darle martillazos a montones,
calentarlo al rojo vivo y hasta el blanco
sumergirlo en ácido y aceites
para darle forma nueva, abrillantarlo…Y trocarlo en una espada toledana
que defienda con la fuerza de los años.
O forjarlo para siempre en un arado
que prepare con soltura todo el campo.Yo te invito, tasador, a desafiarme,
–Álex Padrón, octubre 2019
a probarme en la sangre y sobre el barro…
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Los mapas del tiempo, Editorial Primigenios 2019
El rosario del hombre de ceniza, Editorial Primigenios 2020
Thanatos y Eros, Editorial Primigenios 2021
La disyuntiva de la margarita. Revista Azahar 82, 2022