Nada que apostar
«¡No se marche de este juego todavía,
más historias en la mesa han de contarse!»
Así claman nueve musas zalameras
que reparten otra mano de los naipes.
«¡No se marche de este juego todavía,
más historias en la mesa han de contarse!»
Así claman nueve musas zalameras
que reparten otra mano de los naipes.
Solo y triste, en mi hora más oscura,
juego naipes con las sombras del pasado:
yo apuesto el goteo de esta vida,
ellas ponen los recuerdos olvidados.
Mea culpa Quizás fue mi error el amarte demasiadosabiendo que apenas tú correspondías:preferí darle muchos largos a ese asuntocon la vana esperanza de un nuevo
Aquí estoy, cual campana repetida,presta siempre a tañer en cuerpo y alma:bien es cierto que resueno para todosaunque espere acortarnos las distancias. Es así que
Cerca ya de la mitad del quinto infiernome detengo a pensar en el mañana:¿qué me espera cuando cruce la veredacuando por lo menos sé que
Obvio ya que me paso de lo terco,lo tozudo, lo tenaz, lo que no cede.¡Cuánto chance he tenido de rendirme!Y aquí estoy: otro día que
Aún no sé morir sin ti, porque la vidaen tu ausencia, esa podría tolerarla:basta que me recuerde el tomar airey seguir a la sangre en
Reclamo en clave de eternidad Leer más »
Buen día, corazón, ¿qué tal dormiste?
¿Descansaste, o tu noche fue agitada?
Ojalá que entre todas tus quimeras
en tus sueños yo llegase hasta tu cama…
Si me dejas preguntar el porqué de tu tristeza
es posible que de plano no me guste la respuesta.
Es mejor con mucho entonces, en lugar de poseerla,
pueda hacer mil malabares para ahuyentar tu pena…
Yo no sé por qué demonios
nunca hubo un alma triste
que cambiara en poesía
las sonrisas que le diste…
Por si las necesitabas… Leer más »