Mutuo refugio

Puede ser que las mañanas sean necias
no haya verso y se acumulan las palabras:
no es que falten las mil cosas que decirte
más no encuentro esa voz a mi esperanza.

Se me hace tan difícil el bien hablarte
que preciso que se envuelvan en mortaja
esos gritos de pasión que me despiertas
y así acudan a la fiesta, disfrazadas.

Porque algo sí que tengas por seguro:
como gota en esa piedra, daré el alma,
para estar en esa eterna y viva compañía
que, al final, se te cuele entre las sábanas.

Si sucede, a Dios gracias y adelante:
esa será mi gran victoria, cierta y cálida.
Pero no dejaré de amar todo el proceso:
vivo presto a beber todas tus lágrimas.

Y a matar cualquier sueño que te duela,
combatiendo tanto polvo y tanta paja
conque quieren apagarte lo que brillas,
cuando eres tú mi sol de las mañanas.

Es por eso que te ofrezco mil canciones
y reparo la armonía que te falta.
Así pues, pisa fuerte y que se note:
te respalda este hombre que te ama.