Yo quisiera, en nuestra próxima aventura,
que ensayáramos a querernos demasiado.
Que tratáramos de, en lugar de poseernos,
jugar al amor, marchando más despacio.Es así, que en lugar de ser solo pasajero,
—una breve estación, casi un peldaño—
dedicaré mis dedos, mi lengua y mi boca
a arrancarte más suspiros demorados.Por tu parte, yo espero seas recíproca
y que lamas, palpes, toques a rebato:
sólo voy a permitir las breves pausas
de llenar de tus gemidos todo el cuarto.Trazaré entonces lugares prohibidos
con tesón de agrimensor itinerante:
no habrá sima, ni montaña, ni ladera
que se escape a las ganas de besarte.Cuando ambos yazcamos tiernamente,
ya vencidos de pasión, y bien regados,
yo seguiré acariciando terco tus caderas
mientras tú te retuerces en mis manos.Mientras quieras jugar, así estaremos:
-Álex Padrón, septiembre 2021
paladeando fluidos, haciendo lazos,
hasta que ardas de deseos impacientes
y me dejes habitar erecto en tu regazo.
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Los mapas del tiempo, Editorial Primigenios 2019
El rosario del hombre de ceniza, Editorial Primigenios 2020
Thanatos y Eros, Editorial Primigenios 2021
La disyuntiva de la margarita. Revista Azahar 82, 2022