Te prohíbo, de plano, que perdones
los errores que se me vayan escapando:
nunca aceptes que mi alma vague ausente
si mi cuerpo es el que yace aquí a tu lado.No toleres que extravíe la mirada
cuando más requieras tú de mis dos manos.
Si mis actos son los de un vil escapista,
tus certezas de seguro he traicionado.Tienes todo el derecho de quejarte
si me ves por la vida ir extraviado,
pues si ando perdiéndome a mí mismo,
¿qué bien yo podría hacerte, enajenado?Muchos menos me toleres, hoy ni nunca,
si hay olores de las otras en mi cuarto:
si algún día voy y rompo tu confianza
significa que mi amor ya ha claudicado.Quiero entiendas: no eres juez ni sacerdote
con poder de absolverme los pecados.
Porque mutuo es el contrato vinculante
en quien se entrega y espera ser amado.Con la misma convicción, yo te aseguro:
si me dueles, iré de a poco rebajando
las cadenas y las cintas invisibles
conque das a este hombre por sentado…Si me olvido del placer de tu presencia,
–Álex Padrón, abril 2022.
yo prefiero que me mandes al carajo.
Publicado por la Revista Poética Azahar, número 118, 2022, España.
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La disyuntiva de la margarita. Revista Azahar 82, 2022
Que bellísima poesía, como suelo decir cuando algo no te gusta es mejor poner distancia. Me gustó mucho. Saludos
Mucho me alegra que te haya gustado. Así es: donde no te traten bien y tengas que romper tus principios, pues adiós.