Es muy fácil ayudar, cuando se sabe,
que la heroicidad es imán de los aplausos.El hombre de acero no teme a los aviones en llamas.
No pregunta si es un desperfecto técnico o una bomba,
o la avaricia de algún secuestrador.
Él solo llega y resuelve por la fuerza,
porque se sabe águila entre mosquitos,
elefante entre hormigas: no está amenazado.Por eso es que yo digo que es un héroe
el bombero que arriesga
sin tener todos los datos,
el transeúnte que salva a la viejita
que olvida mirar a las bestias del asfalto,
el que solo ve un bulto contra el cielo
y atrapa al vuelo al bebé caído del tejado.El mejor héroe no es el más fuerte:
–Álex Padrón, marzo 2022
es el que la oportunidad viste
con una capa roja de bravura
y se deja, modesto, el calzoncillo abajo.
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