
Tengo fe, mi rockera pelirroja,
en mejorar a tus ojos paso a paso:
ya veré si la estrategia de la zorra
me funciona o me llevará al fracaso.
No lo niego: me molesta ser el necio
que, cegato, no te viese en el ocaso.
Pero pienso remediar mi tontería
y llenarte el camino de mil lazos.
Nunca temas a esas trampas prometidas,
¡son tan leves! Solo versos en el raso
con que adornas cantarina tus mañanas
para dar a este mundo tus abrazos.
Si no llegas a leerlos, ¡vaya pena!
Aunque pongo el empeño en cada trazo,
reconozco que mis ojos no te vieron,
me conduelo de no estar en tu regazo.
Y no importa, porque sé que bien tú vales
que intentando yo me gane mil rechazos:
soy la zorra que a las tres ya se impacienta,
más tu príncipe seré… tarde o temprano.
–Álex Padrón, abril 2025