(este poema forma parte del desafío #poember2024. Día 1, “Muerte”)
A la muerte no le haré más elegías:
ya se sobran los poetas de otras partes
que han llamado a la parca luz y guía,
conductora fiel e, incluso, buena amante.Solo puedo decir que no la temo,
aunque menos espero que me hallase:
Si mi vida es mi barca, yo la remo
hasta que el último día me encontrase.Así pues, inexorable señora de guadaña,
aunque vaya contando años como panes,
por favor, no me contemple con la saña
de esa quién no me perdona los desmanes.Pues te sé la compañera que a la larga
librará a este planeta de mis artes
deja entonces que me calce bien la adarga
y en molinos clave, presto, mi estandarte.–Álex Padrón, noviembre 2024
Si llegaste hasta aquí, dame un like (que sé que ta ha gustado). O déjame un comentario. O comparte esta entrada en tus redes sociales, para que otros me conozcan. Pero si realmente quieres ayudarme, puedes comprar alguno de mis cuadernos de poesía. Los enlaces para hacerlo están acá abajo:
Los mapas del tiempo, Editorial Primigenios 2019
El rosario del hombre de ceniza, Editorial Primigenios 2020
Thanatos y Eros, Editorial Primigenios 2021
La disyuntiva de la margarita. Revista Azahar 82, 2022
Excelente, mi hermano, sigue así, no habrán molinos que no puedas vencer, generosos hidalgos quedan pocos, sea pues, usted el Quijote de nuestra generación y no importa que lo tilden de loco en un mundo de cuerdos que se odian entre sí.
Somos, querido bachiller. Somos.