Primero, que mi voz se acalle y en un suspiro
explote por dentro rompiendo mis desdichas.
Dejaré cerca los pedazos, suspendidos,
para suturarlos luego a mi piel en carne viva.Ardo para derretir la cera de mi cuerpo
y permito que, llorando, me ponga de rodillas,
cuando nadie me vea y nadie oiga,
como hago a diario para no olvidar mis cuitas.Entren después mis dedos en la tierra,
para que por mis venas el odio fluya y siga.
Liberándome así de culpa y carga,
que no he pedido y no la merecía.Para terminar, sorbo mis lágrimas,
entono una canción que me reviva,
poco a poco me levanto de este suelo
y pego los pedazos sueltos con saliva.Así emerge del polvo el hombre de ceniza:
–Álex Padrón, El rosario del hombre de ceniza , Editorial Primigenos 2020
ha ardido cortés una y mil veces,
pero se niega, terco, a abandonar la vida.
Si llegaste hasta aquí, dame un like (que sé que ta ha gustado). O déjame un comentario. O comparte esta entrada en tus redes sociales, para que otros me conozcan. Pero si realmente quieres ayudarme, puedes comprar alguno de mis cuadernos de poesía. Los enlaces para hacerlo están acá abajo:
Los mapas del tiempo, Editorial Primigenios 2019
El rosario del hombre de ceniza, Editorial Primigenios 2020
Thanatos y Eros, Editorial Primigenios 2021
La disyuntiva de la margarita. Revista Azahar 82, 2022
Profundo post. Real cómo la vida misma. Saludos! Paso a leer otro post pendiente tuyo que quiero leer. Abrazos!! K”