No me veas

.

No deberías mirarme, menos ahora
que ando sucio, tan triste y tan ajado.
Ya no siento los escollos del camino,
ya no encuentro el sentido a mi pasado.

Ya la fuerza de los golpes inclementes
me han vencido; es inercia como marcho.
No pretendo ya soñar con las quimeras.
y me rindo: la voluntad se ha doblegado.

Hoy contemplas lo más triste de mis días.
¡Deberías haberme visto, cuando antaño,
iba presto a romper todas las puertas,
a bregar por cada vida a todo trapo!

Si ves más de lo que hay, es solo sombras,
monigotes que se apoyan en mil lazos
de un tristísimo guiñol, que no compensa
esas zarzas que me crecen en las manos.

Ojalá que me quedara una esperanza,
una pizca de fe, un plan, un esquinazo,
una última treta que fuese tan brillante
que me hiciera reflotar en mejor hado.

Por desgracia, ya no veo luz brillante
al final de los túneles y ni los prados
son ya verdes: son eriales tenebrosos
que no quiero que tus ojos lloren tanto.

Si mañana va y merezco tu mirada
yo te aviso con cencerros y con cantos
mientras tanto no me mires, que me duele
mientras tanto no te apiades: no lo valgo.

–Álex Padrón, mayo 2025

Si llegaste hasta aquí, dame un like (que sé que te ha gustado). O déjame un comentario. O comparte esta entrada en tus redes sociales, para que otros me conozcan. Pero si realmente quieres ayudarme, puedes comprar alguno de mis cuadernos de poesía. Los enlaces para hacerlo están acá abajo:

Los mapas del tiempo, Editorial Primigenios 2019

El rosario del hombre de ceniza, Editorial Primigenios 2020

Thanatos y Eros, Editorial Primigenios 2021

La disyuntiva de la margarita. Revista Azahar 82, 2022

.

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Scroll al inicio