Di algo del hastío, pero que no lo conozca:
que no haya sentido repetido en bucle
durante tantos días, durante tantas horas.Dime que mi cuerpo pesa, que el dolor adrede
que me tortura a solas es una mera invención.
Para que, a fuerza de doler, finalmente sepa
que los vacíos raros que a mi mente asolan
son la huella indeleble que marca tus ausencias.Así que espero, hastiado ya de todo,
que llegue la esperanza a aplacar las olas del mar
en que me hundo, ahogado entre tristezas
que juro que me atraen.Al menos, no están muertas:
las divierte mi tedio por las cosas cercanas,
y a mis cortas miras no quedan ya promesas
de amores desgarrados, de pasiones inmensas.Pero puede un día suceder que al fin me aburra
de mí mismo, de mi tedio infantil, de las molestias
con que alimento estas horas vanas
de promesas falsas y plazos sin respuestas.Y salga a navegar, caída ya la venda.
–Álex Padrón, Los mapas del tiempo,
Editorial Primigenios 2019
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Los mapas del tiempo, Editorial Primigenios 2019
El rosario del hombre de ceniza, Editorial Primigenios 2020
Thanatos y Eros, Editorial Primigenios 2021
La disyuntiva de la margarita. Revista Azahar 82, 2022