Un escritor necesita, entre muchas otras cosas, inspiración, buena ortografía, talento y facilidad con las palabras. También tiene que leer y mucho, y no solo el género que le atrae. No obstante, su primera y vital característica principal es que escriba.
Mientras escriba, bien o mal, puede llamarse en toda ley un escritor. Puede que estés haciendo un ensayo, una obra de teatro, un poema, un cuento, una novela o un artículo científico. No importa si lo haces por el puro placer de contar una historia, o si por el contrario te ganas la vida como periodista, creador de contenido u otro oficio que requiera escribir.
Solo serás escritor mientras estés escribiendo.
Pero escribir no es una cuestión de inspiración, sino un acto de transpiración. Si al final de escribir 10 cuartillas las revisas y te das cuenta que solo pudiste salvar 3 no importa: tenías material para elegir. Mientras más escribas mejor lo harás, y en palabras finolis, aquí se aplica ese popular dicho que reza: “removiendo testículos, se domina el arte de la castración”.
¿Podrás escribir 5000 palabras al día?
Más o menos en términos editoriales, 5000 palabras equivalen a unas 11 páginas. Desde la mirada del lector, eso no parece demasiado pedir.
Pero todos los que escribimos el tiempo y esfuerzo que significa generar 11 cuartillas de una buena historia. A veces es solo cuestión de sentarse y escribirlas de un tirón. La mayoría de las ocasiones, es un lento batallar en el que, si llegamos a las 1000 palabras al día, podemos darnos por más que satisfechos. Eso, tomándonos el escribir con toda seriedad.
Ok, entonces vamos a tomar como base esas 1000 palabras. ¿Las cumples a diario?
Probablemente, no. Quizás en una etapa en que estás realmente motivado puedes lograrlo… pero si vives de escribir, puede que esas 1000 palabras diarias no alcancen para vestirte, comer, disfrutar y tener una vida decente. Como en cualquier trabajo, necesitas ser productivo para ganarte el sustento.
Eso es una buena motivación pero hay muchas otras. Entiendo que escribir sin tener la seguridad que una editorial te va a publicar, si vas a alcanzar a miles de lectores y si vas a obtener un beneficio por ello (llámese fama, fortuna o ambas) es un acto de fe y confianza. Pero si deseas ser escritor, no hay de otra.
Por eso y para que la motivación no te falle, ponte metas que puedas cumplir. Comienza por el reto de las 1000 palabras diarias si sientes que aún escribes muy poco. Si al final de cada semana sobrepasas tranquilamente las 7000 palabras acumuladas, duplica la cantidad una y otra vez.
Ya verás que 5000 palabras diarias, para un escritor con oficio bien entrenado, no son inalcanzables.
Algunos consejos para mantener el ritmo
Llegar a escribir a un ritmo de 5000 palabras necesita algunas condiciones de trabajo… porque realmente se trabaja escribiendo, tanto física como mentalmente.
Así que tu puesto laboral tiene que tener buena iluminación, temperatura agradable, que no hayan ruidos que te desconcentren y otros elementos que te den comodidad a la hora de escribir. Nótese que hablo de “ruidos que te desconcentren”. Muchos escritores oyen música mientras escriben: Stephen King oye a Metallica, AD/DC y Guns and Roses; por ejemplo.
Pero también él (como tú) deben tener horarios de trabajo estrictos y cumplirlos con disciplina. La hora perfecta para escribir es la que elija cada quien, aunque yo prefiero desde antes del amanecer hasta el mediodía. Durante ese tiempo todos en casa saben que no se me puede molestar, porque estoy cumpliendo con mi trabajo.
También tienes que tener una idea clara del tema sobre el cual escribes. En lo personal, me gusta tener varios proyectos en marcha al mismo tiempo. De esta forma, si tengo “bloqueo de escritor” en uno de ellos, paso al próximo que ya tengo idea de cómo continuar.
Aun así, es recomendable que por vibrante que esté tu musa hagas un alto de 5 minutos por cada hora frente al ordenador –asumimos, claro, que no escribes a mano o usas una máquina de escribir en pleno siglo XXI– para caminar un poco y estirarte. Además que esta sencilla rutina te ahorra muchos dolores de cuello, espalda y muñecas, tomarte ese pequeño compás de espera seguro te ayuda a ordenar las ideas.
Sobre el esfuerzo físico, no es cosa de broma. Cuida tu postura y haz las pausas que te recomendé, porque con dolor de columna y las muñecas hinchadas seguro que no llegarás a las 5000 palabras al día.
La mecanografía y la memoria muscular
Tu pensamiento es más rápido que tus palabras, y mucho más que tu capacidad de escribir en un teclado. Aquí hay opiniones divididas, pero más que una membrana de silicona o el teclado plano de una laptop yo prefiero mi confiable teclado mecánico qwerty con reposa muñecas para escribir.
La mecanografía rápida es una habilidad que se entrena como conducir, a golpe de memoria muscular. Si escribes mucho, verás que cada vez escribes también más rápido, sin mirar el teclado y usando todas los dedos de las manos. Hay muchos tutoriales y programas en internet para acelerar el proceso de aprender buena mecanografía. Consúltalos.
Aquí, un detalle que posiblemente desconocías: si te fijas bien, las teclas J y F de tu teclado tienen una barra sobresaliente en la parte inferior. Esta se adiciona para que las personas ciegas (o aquellas que no miran el teclado cuando escriben) sepan dónde colocar los dedos índices para teclear con todos los dedos de las manos.
Si logras teclear con los 10 dedos de forma correcta y rápida, te sobrarán las pulsaciones por minuto necesario para escribir 5000 palabras en un santiamén.
Tecleando rápido
Si todos los días pudieras trabajar 5 horas y en cada una de ellas teclearas 1000 palabras, en 18 días podrías terminar una novela de 200 cuartillas.
Eso claro está sería un primer borrador, porque luego vendría el verdadero oficio del escritor: el arte de reescribir, corregir y ajustar, que puede tardar meses. Pero suena prometedor tener un manuscrito de novela en menos de 20 días, ¿verdad?
Pues ten en cuenta que 1000 palabras por hora son cerca de 5400 caracteres, por lo que necesitarías unas 90 pulsaciones por minuto para alcanzar esa meta. Aunque te parezca mucho, no lo es: en modo de dictado, un escritor promedio –bueno, yo, que no tecleo ni lento ni muy rápido– logra unas 200 pulsaciones por minuto.
En teoría a ese ritmo continuado podría escribir la barbaridad de 11000 palabras en 5 horas. Pero seguro que acabaría con una tendinitis bestial, amén de que no es lo mismo tomar dictado que generar ideas nuevas.
Ten algo muy presente: ser escritor no es una carrera de velocidad, sino una prueba de resistencia. Si ya logras hacer 1000 palabras diarias, trabaja en base a las 5000 de forma constante para que adquieras el oficio y la disciplina del escritor.
(Publicado originalmente en la revista Korad No. 36, en la sección Misión: escritor).
Si llegaste hasta aquí, pues dame un me gusta, ¡bien sabes que es verdad! O compártelo en tus redes sociales, para que tus amigos maniáticos se enteren. O rebloguéalo. O qué sé yo.
Espero que estos consejos te sean útiles. Pero recuerda: no tienes que recorrer el camino del escritor tú solo. Puedes contactarme si deseas ayuda con tu obra, o solicitar los servicios que te ofrezco más abajo:
O, mínimo, puedes apoyarme compartiendo esta entrada para que otros se beneficien con ella.
Y, si aún no te has suscrito a mi sexy sitio, ¿a qué esperas? Déjame tu dirección de correo y así te aviso cada vez que publique: