Así, recordando a La puerca tuberculosa que mi abuela me cantaba, empecé a jugar con este interesante y pícaro personaje. Como buena heroína, tenía que tener un nacimiento peculiar, así qué…
Compró Ramón una puerca
–Álex Padrón, marzo 2019
pensando que era gran cosa.
Mas salió tuberculosa:
no engordaba la muy terca.
Para ella no había cerca,
el batey era su casa.
Como no tenía grasa,
con el tiempo y por ladina,
no se halló mano asesina
que la pusiera en la brasa.
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