¿A que suena más culturoso decir “¡Me dio ganglioneuralgia esfenopalatina!” cuando te comes rápido un helado? Porque la alternativa en español, harto conocida para los cubanos y los únicos que la usan es la punzá del guajiro (vale, “punzada del guajiro”, pero a esa hora no nos ponemos tiquismiquis).
Creo que no hay un niño en la Isla que no haya sentido alguna vez ese intenso dolor de cabeza, que interrumpe una comilona de helado y te llega al alma. Te llevas la mano a la cabeza y te aprietas las sienes, y todos a tu alrededor te miran con lástima, conmiseración y un poco de sana burla.
Salvo un par de casos que me he enterado de que llegan al desmayo, la ganglioneuralgia esfenopalatina es sólo un recordatorio de que no se puede sucumbir a la gula coppeliana.
Las raíces de la punzá del guajiro
La expresión punzá del guajiro parece proceder de los tiempos en que llegaron a la Habana los sorbetes y mantecados, a finales del siglo XIX. Los de la capital se fueron acostumbrando a las malas que los nuevos productos fríos tenían que tomarse despacio…
Pero los visitantes de provincia, maravillados ante los refrescantes productos para huir del calor, los tomaban de golpe… y a sufrir entonces. El habanero de aquel entonces, tan jodedor como el cubano de siempre —y para esconder su propia dolorosa experiencia— comenzó a llamarle “punzada del guajiro” a aquel fenómeno que no podía explicar, para burlarse de los pueblerinos.
Las raíces de la ganglioneuralgia esfenopalatina
Ya poniéndonos serios, la ganglioneuralgia esfenopalatina se conoce en inglés como brain freeze. En buena lid se le llama en español con el muy original nombre de “dolor de cabeza inducido por frío”. Vamos, que me quedo con lo pintoresco y sabroso de la punzá del guajiro.
Se produce cuando la diferencia de temperatura entre lo que tienes en la boca y tu cuerpo hace que se activen los nervios esfenopalatinos, cercanos al nervio trigémino. Estos están detrás de la nariz, tienen que ver con la termorregulación del cerebro y reaccionan al dolor.
Aunque la causa exacta de la ganglioneuralgia esfenopalatina no se ha determinado, al parecer los vasos sanguíneos reaccionan a las bajas temperaturas aumentando el flujo de sangre al cerebro para calentarlo. Este rápido aumento de la presión sanguínea provoca un dolor de cabeza intenso, que puede durar unos pocos segundos hasta un par de minutos, mientras se equilibran las temperaturas entre la boca y el interior de nuestro cuerpo.
Aquellos que hayan tenido la oportunidad de respirar en ambientes especialmente fríos —con suerte, en un país con nieve y sin bufanda; sin tanta, al entrar en una cámara frigorífica— sienten una impresión más o menos similar con la primera bocanada de aire frío.
No obstante, como el líquido (o sólido o emulsión) conservan mejor las temperaturas bajas que el aire, cuando consumimos agua fría, helados, sorbetes, durofríos, paletas o similares, la punzá del guajiro es más intensa.
¿Cómo curar la punzá del guajiro?
La ganglioneuralgia esfenopalatina no es algo que se pueda curar —ni falta que hace—, pero sí se puede hacer más corto el tiempo del dolor.
Basta con apretar la lengua contra el cielo de la boca en cuanto comience hasta que pase. Como dijo Esopo, las lenguas son lo peor y lo mejor del mundo: como están muy vascularizadas, transfieren calor a los senos nasales y calientan los nervios esfenopalatinos, interrumpiendo su activación.
También ayuda tomar de inmediato un líquido a temperatura ambiente. Quizás por eso, desde que tengo uso de razón, en las heladerías ponen un vaso de agua caliente. ¡Mira tú! ¡Tanto que los criticábamos, y resulta que en Coppelia nos estaban cuidando la salud! (?)
(Para quién no lo sepa aún, el símbolo (?) denota sarcasmo)
Prevenirlo es fácil: no comas nada frío, muy rápido. Con los calores que hacen en Cuba eso es difícil de recordar, pero no te preocupes: si te pasas en la velocidad, la ganglioneuralgia esfenopalatina te lo recordará.
Para concluir, si eres de los que la punzá del guajiro les dura más de cinco minutos, o el dolor es tan fuerte que te desmayas, te recomiendo que hables con un neurólogo para que revise tus nervios esfenopalatinos. Estos están ligados a otros dolores de cabeza más serios, como una condición llamada dolor de cabeza en clúster, y también a la migraña. Así que puede que necesites tratamiento.
Y ya: ahora tienes un poco más de conocimiento que en realidad no te sirve de nada, pero puede usarse como tema de conversación.
Y recuerda: si ya has leído hasta aquí, un “me gusta”, un “compartir” o un comentario no cuestan… pero estimulan.
Comprar uno de mis libros sí cuesta un poco, pero además de estimularme me ayudas a comer y seguir escribiendo. Así que coopera con el artista cubano.
Fuera del ámbito médico una explicación con jocosidad y con conocimiento