¿Cómo lees? ¿Crítico, escritor o editor?
En la medida que las historias se van quedando chicas, se va transformando la forma de cómo lees, convenciéndote de que puedes hacerlo mejor.
En la medida que las historias se van quedando chicas, se va transformando la forma de cómo lees, convenciéndote de que puedes hacerlo mejor.
El proceso de edición de un manuscrito hasta convertirse en libro consta de una serie de etapas bien definida. Si tu editorial no las cumple, desconfía.
Los escritores se preocupan mucho por los porcientos de ganancias y caen en la falacia de la auto publicación, sin meditar sus desventajas.
Veintiún profesionales del libro y la lectura (o por qué no se puede ser el autor orquesta)
Todos podemos escribir, claro está, cumpliendo la premisa de que pasamos como mínimo unos años de escolarización. Pero de ahí a irse arriba e incluir la coletilla de un libro es, como mínimo, arriesgado.
Aunque en principio la imprenta lo aguanta todo, los editores se lo van a pensar dos veces para aceptar un libro que exceda las 350 cuartillas. Y mil veces para cualquier obra que supera las 900.
Si ya consultaste las primeras 5 cosas que los editores odian en un autor y respiraste aliviado por no estar dándole quebraderos de cabeza al tuyo, no cantes victoria aún.
¿Eres de los escritores que provocan dolores de cabeza a tu editor, sin saberlo?
De la figura del agente literario se ha hablado mucho y no siempre bien. Pero si difícil es lograr que una editorial independiente acepte un manuscrito, para un escritor novel resulta casi imposible llegar directamente a los grandes sellos editoriales sin alguien que le represente y recomiende.
Las antologías, en dependencia del renombre del antologador y los autores de puntería incluidos, son muy bien aceptadas por los lectores y rentables para una editorial.