Morir con las tildes puestas
¡Cuidado, maestros, en calificar mal a nuestros niños que usen bien el acento diacrítico! Puede que se les caiga el pelo, del pollo que un padre con argumentos puede montar.
¡Cuidado, maestros, en calificar mal a nuestros niños que usen bien el acento diacrítico! Puede que se les caiga el pelo, del pollo que un padre con argumentos puede montar.