Vale, confieso que mucho me he burlado de esta película, y en su momento no me gustó demasiado. No me resultaba coherente con el resto de las entregas de una franquicia que, aunque cambió de forma diametral y definitiva el cine de ciencia ficción y la industria de los efectos especiales, parecía más repetida que la morcilla.
Tampoco en el momento de su estreno “Destino oscuro” tuvo buena acogida. En aquel ya lejano 2019, eso de las hecatombes mundiales y los eventos de extinción humana no parecían demasiado creíbles (jejeje… ejem). Tampoco atraía a los tipos duros de la vieja escuela el temita de lo políticamente correcto, el empoderamiento de las féminas y un terminator de lado sensible. Ya a estas alturas del campeonato y revisitando la película, estos temas parecen tocados casi con sutileza, ante los avances del histerismo y la cultura de la cancelación.
Mira aquí un momento y olvida que todos los otros terminators existen
Y es que, bien mirada en la distancia, hay que comprender un par de cosas antes de ver Destino oscuro. La primera es que parte del concepto, bastante lógico por demás y que se agradece, de que después de la segunda entrega de Terminator no salió más ninguna, y Destino oscuro es la verdadera tercera parte y final de la franquicia. ¿Y quién es el productor que puede borrarnos la memoria con tal desparpajo? Pues nada más y nada menos que el propio y puñetero James Cameron, que recompró los derechos de Terminator para que así fuese.
Yo no soy nadie para discutirle eso a ese señor, que para eso es el puto amo. Así que tatamtan- tatam, tatamtan- tatam… problema 1 resuelto.
Ya así es más fácil de disfrutar Destino oscuro, que sin complicarse demasiado nos permite darle un cierre consecuente a la vida de la abuela Sarah Connor (aún Linda Hamilton es la tipa ruda de toa la laif), que bien merece la pobre su estela de gloria. La venganza ya la tiene servida en plato frío: no tiene que matar al asesino de su hijo, porque este (de alguna forma que en realidad está traída por los pelos) se redime a si mismo por el vergonzoso camino de la humanización.
Destino oscuro: Más de la 1 y la 2
Lo que resta es la misma fórmula del éxito de las dos primeras entregas: buenos efectos especiales, un malo convincente, persecuciones trepidantes y un final que no es que resulte una sorpresa, pero más bien que mal es lo que nos esperamos. ¿Me encantó? No, pero últimamente he visto tanto mal cine que tampoco puedo decir que sus casi dos horas fueron una perdida de tiempo. Y el nuevo Batman no estaba demasiado mejor.
No se puede negar que el filme ha dado a la posteridad buenos memes, así que para algo sirvió. Era difícil replicar la fórmula 30 años después, pero con un presupuesto de unos 196 milloncetes supo recaudar $261.1, lo cual no es bueno, pero tampoco fue tirar dinero por el retrete.
Ya si quieren verla o no luego de este comentario personal, por ustedes queda.
Hola Alex, pues la verdad que a mí sí se me antoja verla, me encanta este tipo de pelis. La buscaré. Gracias por la reseña.
Mucho peores las he visto, la verdad. Pero es que soy de gustos “raros”, según el mainstream friki. Con decirte que me gustó Matrix 4…
La verdad es que la mano del director de una buena saga (en mi opinión) como Love, Death + Robots, se nota también en Destino Oscuro. Las escenas de acción muy logradas y sobre todo esa especie de melancolía que a mí me parece que emana este film y para bien.
Gracias por compartir tan buena reseña.
Saludos.