La Balada de Xander Sirius: cyberpunk sin espinas

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Por Celia María Adán Pérez

Voy a ver este amanecer y va a ser grandioso…
ya sabemos que existen y lo que están haciendo.
Más vale, entonces, que nos teman
.”

La Balada de Xander Sirius, página 122.

Empezaré aclarando que esta es la opinión de una lectora que desea compartir su experiencia, su criterio sobre este libro que llegó a sus manos. Dejo los aspectos técnicos a los que le saben mucho más que yo.

Aunque al asomarme a los géneros de Ciencia Ficción y Fantasía inicié por el primero, CF, me di un salto a Fantasía y por allá me quedé, aunque eso no hace que deje de aprovechar historias de CF que caen en mis manos. Especialmente, de escritores cubanos que he ido descubriendo.

Porque en la isla se hace buena CF y F, a pesar de que sigan siendo géneros que no tienden a ser reconocidos como «serios», o son simplemente encasillados como objetivo de un público juvenil… cuando la verdad es que va mucho más allá —amén que escribir cualquier género siempre es un acto muy serio.  

Persiguiendo a un esquivo personaje…

Así llego «La Balada de Xander Sirius», persiguiendo un misterioso personaje (Aláverez) que encontré en el blog del autor, Álex Padrón (Juan Alexander Padrón), uno de esos escritores cubanos destacables. El personaje estaba en una novela por entregas y enseguida capturó mi atención: Aguja de los Omeyas. Luego, su historia fue cancelada, pero solo para aparecer completa en  «La balada…» —y a buena hora, porque encontré mucho más en sus páginas.

A La Balada de Xander Sirius le debo no solo mi primera —y espero no la última— lectura a una novela ciberpunk, sino la primera obra extensa de su autor. Antes había chocado con sus cuentos, principalmente en la revista Korad, pero al ser «La Balada…» mi primer contacto con el género ciberpunk, tuve mis reservas antes de empezar. Pero me pudo en demasía las ganas de saber qué había sido del entrañable Aláverez.

He de decir que el capítulo inicial derribó mis dudas. La trama prometía: su tensión, el universo en el que se desenvolvía el personaje cuyos avatares vamos descubriendo… No me supuso un problema, como temí, el adentrarme en un género que me resultaba ajeno y al que cabía no entender o disfrutar al máximo. Y es que lejos de un mundo pletórico de enrevesadas tecnologías, hackers, ciberespacio y apabullante información a asimilar, el mundo de Ofidia resultó ser cautivador.

Es difícil no hacer spoilers, pero trato

En Ofidia vemos desarrollarse a un curtido Sirius, alias Perro Blanco, tratando de recomenzar su vida tras un tiempo lejos (lean para saber dónde y por qué). Sus habilidades de manipular jaurías le permiten verse involucrado en una trama que sí bien combina acción y suspenso, muestra también la influencia de la novela noir, aguas en las que he leído que el autor nada muy bien y de cuyas últimas entregas en este género hay reseñas que pueden visitar.

A todas estas, mientras más pasaba las páginas, ¡más fui olvidando mis reservas respecto al ciberpunk! Porque está, sí, ambientando la trama y los personajes, pero no les roba protagonismo. No distrae a alguien que choca por vez primera —como yo— de la historia, de lo que importa en la trama. Está solo en la proporción justa, a fe mía.

Iremos descubriendo con el singular Xander Sirius las mecánicas de ese mundo, donde hay tantas capas que, dosificadas para cumplir con la tensión y suspenso in crescendo de la historia, van dificultando la situación a nuestro protagonista y sus aliados. Es entonces que desemboca en una batalla de proporciones épicas, pues así es el tamaño de la amenaza a abatir: un mal que lleva cinco milenios tratando de destruir a la humanidad y contra el que deberá medirse la pandilla, con Perro Blanco en primera fila.

Hablemos un poco del reparto

Otro aspecto a señalar es la caracterización de los personajes, bien lograda a mi criterio. El nervudo Sirius, con sus siete pies de altura y su dentadura superdesarrollada (se hace mucho más entrañable que el que aparece en la portada, aunque este no está nada mal); el incomprendido Theros, lo más parecido que tiene a un amigo; el musculoso Ovar Iodell y sus anacrónicas espuelas de plata; la multifacética y fría Chantal; el enigmático luchador ciego Aliazar; el fascinante Aláverez —cuyo rastro me trajo a los demás—; el mastín Nieve (¡quiero uno…!) Y hablando del mastín, el vínculo que veremos entre Sirius y sus perros es muy orgánico, desde la escena en que se hace del líder de la manada. Vemos las habilidades del personaje con ellos; vemos ese lazo.

La historia también se hace cercana al incluirse referencia a Cuba, más específico al culto a Babalú Ayé. Es breve, pero fuerte. Parece recordarnos que, a pesar del paso del tiempo y los cambios operados en el mundo, siempre quedará un vestigio de identidad primigenia, inherente.

Si bien Xander Sirius es protagonista indiscutible, a partir de la mitad del libro otros personajes roban escena. Una vez más, para bien: Janosh, Voz del Cónclave, que nos narra en íntima estrechez sus desvelos; y nuevamente Aláverez, con su azarosa trayectoria que abarca siglos y hechos que, aunque ya no de Cuba, nos vuelven a acercar la Historia, dándole esa verosimilitud que calza bien a una obra de CF o F.

En resumen, hay que leer «La balada de Xander Sirius»

Aunque el libro cierra bien la trama que le acomete y es autoconclusivo, es la primera parte de una trilogía. Quizás por ello me dejó el sabor de que faltan piezas por encajar en el entramado que hemos presenciado, sobre todo elementos que vimos al principio del relato. Es como si no pudiéramos creer que ya se acabó… Pero es lógico que el autor dejara preguntas en el aire, porque no es todo Xander Sirius, hay mucho más, y ya sabemos qué habrá —una por mí esperada— continuación.

¿Qué si volveré a sumergirme en el cyberpunk? Yo creo que sí. No solo en este, de factura nacional; daré oportunidad a otros —empezando por lo que aparece en Korad, la imprescindible nacional—, y derivando paulatinamente a los baluartes del género. Si la Fantasía me secuestró cuando me asomé a fisgonear, y a ella debo el descubrimiento de obras espectaculares y autores geniales, ¡bienvenido pues el cyberpunk!

Y mira si es así que estoy a la espera de la próxima entrega de la saga de Las Guerras de la Logia. ¡Y ustedes deberían estar buscando ya «La Balada de Xander Sirius»! 

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1 comentario en “La Balada de Xander Sirius: cyberpunk sin espinas”

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