Entrega

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Sin que quede duda alguna en tu cabeza,
este verso es para ti: yo te lo digo.
Y aunque no tengas a bien el convencerte
no por ello es menos cierto lo que afirmo.

Como este muchos otros, anteriores,
para ti y tus oídos fueron escritos:
si sentiste que latían en tu pecho
es que a él ellos marchaban, decididos.

¿Qué importaba si aún los ojos o las manos
no sabían que a ti cantaban sus designios?
Para ti y tus demonios escribía,
pues tu rabia y tu dolor eran los míos.

Te aseguro que mis versos no conmueven
otras almas que, indolentes, van en vilo
de algún viento leve y calmo, sin problemas,
sin tener que contemplarse en el vacío.

Tú y yo no somos ellos: somos  outliers,
almas quedas que rumiando sus designios
van llorando silenciosas por la vida,
van quemándose la voz entre los gritos.

Así pues, si escucharme es lo que quieres
este verso es para ti, te lo repito:
Mientras un momento para darme,
cantaré para que haya luz por un resquicio.

–Álex Padrón, septiembre 2023

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La disyuntiva de la margarita. Revista Azahar 82, 2022

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