No será del cisne el canto

No decidas aún, que yo lo menos que intento
es quebrar ningún plan, cambiar un solo objeto.
De hecho me sorprende y mucho me agasaja  
que incluso consideres la idea de un “te quiero”.

Solo quiero incluirme en tus sueños, tus deseos,
las lágrimas amargas que sé cambiar yo puedo…
o al menos eso intento, con la perseverancia firme
de que soy tu luz, tu paz… y así es como me entrego.

No me dejes morir sin por lo menos esto:
déjame abierta la puerta y el oído presto
para verter en él mis miedos, mis anhelos,
contarte con palabras y además con hechos,
lo mucho que me aterra perderte, mi sol bueno.

No me quites la voz, y que este canto tierno
sea más que la tristeza de ver un cisne muerto.
No decidas entonces mientras hay amor por medio
y cuando te convenzas, aquí, mi sol, te espero.

-Álex Padrón, El rosario del hombre de ceniza,
Editorial Primigenios, 2020

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