Eres fuego, eres sal, eres arena,
amapola que no marcha con el tiempo,
pero ¿acaso tú mereces que te deje
sola y triste en el abismo del lamento?Por desgracia nos separan gruesos hilos
que sé ciertos, pues con ellos voy tejiendo
la mortaja que al final ha de cubrirme:
el ovillo se hace fino por momentos.Yo no quiero acariciarte como niña.
¡Si supieras cuánto ardo si te veo!
¡Cuántas ganas de robarte y poseerte
y que seas tú la aurora de mis miedos!En silencio yo me pierdo en tus caderas,
en tu boca, en tu regazo, en el tintero
dónde guardo cada gana, cada estrofa,
para luego transformarlas en un verso.¡Si supieras, caracola, qué daría
por volver a oír el mar entre tus dedos!
¡Por hacer finos pedazos la madeja
para atarte a mi cintura con un beso!Y no creas que el miedo me atenaza.
–Álex Padrón, octubre 2022
Yo bien sé de los naufragios y los pecios.
Pero temo que al bogar al horizonte
quedes tú de capitán sin marinero.
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Los mapas del tiempo, Editorial Primigenios 2019
El rosario del hombre de ceniza, Editorial Primigenios 2020
Thanatos y Eros, Editorial Primigenios 2021
La disyuntiva de la margarita. Revista Azahar 82, 2022