¡No lo merezco! El Síndrome del Impostor
Lo curioso es que este sesgo se da a menudo en aquellos que tienen capacidades más que suficientes (y demostrables) para desempeñarse. Nosotros, los simples mortales, lo llamamos falsa modestia.
Lo curioso es que este sesgo se da a menudo en aquellos que tienen capacidades más que suficientes (y demostrables) para desempeñarse. Nosotros, los simples mortales, lo llamamos falsa modestia.
Algunas verdades son tan evidentes que sorprenden. Entonces, tienes dos caminos: o minimizas a quien las encuentra; o te quitas el sombrero y con toda …