
Ya hablaremos, cuando al límite de todo,
se resistan a rezar tus madrugadas.
Juntaremos las historias que a retazos
ya tejimos, si logramos hilvanarlas.Los tapices que se crean de una pieza
son hermosos y calientan las mañanas.
Pero igual cubren las noches los harapos
cuando no haya otra cosa que te tapa.Es entonces inconsciente despreciarme
aunque lleve a rajones cuerpo y alma:
los resquicios que le faltan a mi tela
pueden ser esos que sobran en tu falda.Más que manta soy retazo, pero ¡claro!
Costurera que se precie de ser sabia
me conserva en el fondo del armario
en promesa de vestido, manto o capa.O quizás un lienzo blanco para el llanto,
o tal vez un pañuelito que te sana
enjugando esa gota allá en tu dedo
—la labor de una espinita que bordaba.Ya veremos si ese tiempo me hace fuerte
–Álex Padrón, julio 2022
o soy pasto de una hambrienta cucaracha.
Si llegaste hasta aquí, dame un like (que sé que ta ha gustado). O déjame un comentario. O comparte esta entrada en tus redes sociales, para que otros me conozcan. Pero si realmente quieres ayudarme, puedes comprar alguno de mis cuadernos de poesía. Los enlaces para hacerlo están acá abajo:
Los mapas del tiempo, Editorial Primigenios 2019
El rosario del hombre de ceniza, Editorial Primigenios 2020

Thanatos y Eros, Editorial Primigenios 2021

La disyuntiva de la margarita. Revista Azahar 82, 2022
Me gusta bastante el final. Los resquicios que le faltan a mi tela son pueden ser esos que sobran a tu falda. Brutal también.
Te seguiré leyendo.
Un saludo
Me alegra mucho que te haya gustado. Palabras de aliento como las tuyas son las que me animan a seguir escribiendo.
¡Hermosa poesía!
Estos versos:
«Pero igual cubren las noches los harapos
cuando no haya otra cosa que te tapa.»
Son brutalmente preciosos.
Enhorabuena, Alex.
Un abrazo.
Se hace lo que se puede, amigo. Más bien, lo que se siente… o lo que logra salirse. Gracias por las palabras de apoyo: ojalá las oigan las musas, que andan perezosas por estos días.