El guerrero eterno

Soy héroe de mil combates
escapando a lo sensato;
no hay control a mi arrebato
ni aunque mis espadas mates.
A pesar que herirme trates
en mi alma no habrá mella;
pronto salto a la querella,
pues en contra de la suerte,
¡nunca me quiere la Muerte!
Sigue mi huella en la huella.

No es que me sobre el valor,
lo que yo no tengo es miedo.
Otros corren, yo me quedo:
En mí no cabe el temor.
Música siento yo el fragor
de este batallar que es mío.
Miro adentro, y como un río
que por adentro me crece.
Por mucho que lo merece,
Sigue mi polvo en el frío.

Aquí quedan, arrogantes,
mis armas, mis corazones.
Vengan a mí los dragones,
vengan a mí los gigantes,
cualquier horda de elefantes
con todo su poderío.
De la Parca yo me río,
y a ella la cara planto.
Si me tumban, me levanto:
mariposa en desafío.

Más el Mal sabe su arte
y a una mujer me enseña.
Luego a la mar la despeña
clavada en un estandarte.
Mis armas las traga Marte,
¡Es mi dama, mi doncella!
Mi debilidad es ella,
el hacha cae y me saja
y me envuelvo en su mortaja
soñando con una estrella.

–Álex Padrón, abril 2022