Devoto, te confieso que hacerte mi paleta
y usar tu piel desnuda para pintar poemas
es mi mejor brochada y obra siempre tierna
sentir la madrugada huyendo a mi destreza.Ver cómo la mañana despierta entre tus cejas
se torna en todo un lujo: permíteme que seas
mi lienzo, mi modelo, mi lápiz, mi escalera,
para que me deleite, pincel entre tus piernas.Aunque temo saber que luz de una acuarela
ni dura para siempre, ni quiere ser eterna,
adoro que la lluvia deshaga cada letra.
Así, para mañana, tu piel será más fresca.Y podré retomar este empeño de hacerte
mi cuadro preferido, mi obra más perfecta.
Que de tanta la capa, resbale la tormenta
para que no deslía mi voz en tus caderas.Déjame hoy limpiar la tinta y la tristeza:
–Álex Padrón, El rosario del hombre de ceniza,
así como yo insisto, insistirá el poeta
bordando filigranas y juegos de matices,
tratando de tatuarte de pies a la cabeza.
Editorial Primigenios 2020.
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Los mapas del tiempo, Editorial Primigenios 2019
El rosario del hombre de ceniza, Editorial Primigenios 2020
Thanatos y Eros, Editorial Primigenios 2021
La disyuntiva de la margarita. Revista Azahar 82, 2022