¡Qué bueno corazón: no te molesto
y te soy como una brisa bajo el ala!
Odiaría ser tormenta que te enoja,
casi tanto como calma apacentada.Usaré esas sabias dotes que legaron
mi capitán Espronceda y sus piratas:
forzaré a la luna a rielar y confortarte,
a la mar nunca brame a tus espaldas.Cómo barca, eres bella de montarte:
no te agrego ni clavilla ni una jarcia.
Sólo debo de parchear los costurones
que te han perforado en las batallas.Así pues, marcha derecho o tironea.
Si te vas a la bolina o a zarandadas
avísame si me lanzo por las bordas,
o al timón me pides firme la palanca.Donde quiera que vayas, vida mía,
-Álex Padrón, 2020
iré bien, cabalgando en tus espaldas.
Marinero aquí presente no se olvida:
quien llega no es grumete sino barca.
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Los mapas del tiempo, Editorial Primigenios 2019
El rosario del hombre de ceniza, Editorial Primigenios 2020
Thanatos y Eros, Editorial Primigenios 2021
La disyuntiva de la margarita. Revista Azahar 82, 2022